LA PLASTICIDAD CEREBRAL

 

De alguna forma podemos decir que trabajamos en base a la plasticidad cerebral. En efecto, la terapia visual y la auditiva se fundamenta en la plasticidad de nuestro cerebro, en la capacidad de generar y modificar conexiones neuronales. Es por eso que muchas veces usamos el término re-educación —visual o auditiva—. Gracias a esta plasticidad podemos intervenir sobre la parte de procesamiento neuronal de la visión y la audición.

 

Lo que básicamente hacemos es neuro-estimular: repetir ejercicios simples, a modo de estímulos, hasta conseguir modificar y consolidar determinadas respuestas y que se establezcan y consoliden las conexiones asociadas al nuevo comportamiento. El proceso se asemeja a una especie de «gimnasia neuronal», por lo que a menudo también hablamos de entrenamiento —visual o auditivo—.

 

La plasticidad cerebral es la base del aprendizaje. La terapia —reeducación o entrenamiento— visual y auditiva esta especialmente indicada en los problemas de aprendizaje.

No todos los problemas visuales se corrigen con gafas o lentes de contacto, hay disfunciones visuales que requieren un tratamiento más sofisticado: la terapia o reeducación visual.

Indicada en disfunciones visuales, problemas de aprendizaje o de percepción y desarrollo, ambliopías (ojo vago), traumatismos y otros.

La audición es un fenómeno complejo que depende tanto de la cantidad como de la calidad de lo que oímos y que afecta a la comprensión, las relaciones personales y la conducta.

Indicada en trastornos del lenguaje, del habla, de lecto-escritura, de discriminación sonora, memoria, atención, comportamiento o aprendizaje.

A partir de una serie de exámenes visuales y auditivos podemos diagnosticar las diferentes disfunciones y aplicar la terapia correspondiente. 

EXÁMENES VISUALES: optométrico completo, visual-pediátrico, de estrabismo, de traumatismo y de percepción y desarrollo. EXÁMENES AUDITIVOS: audiométrico y auditivo cualitativo.